Mensajes dados a Hermana Josefa Menéndez
Recibió mensajes
dictados por Nuestro Señor Jesucristo en el convento de la Sociedad del
Sagrado Corazón de Jesús en Les Feuillants, en Poitiers, Francia, entre 1920 y
1923.
Jesús pidió
el 13 de Noviembre de 1923: "deseo que hagan conocer Mis
Palabras. Quiero que el mundo entero Me conozca como Dios de amor, de
perdón y de misericordia. Yo quiero que el mundo lea que deseo perdonar y
salvar... Mis Palabras serán luz y vida para muchísimas almas ".
En Sus mensajes, Jesús dice: “Amor busco,
amo a las almas y deseo ser correspondido. Por eso Mi Corazón está
herido, porque encuentro frialdad en vez de amor. Yo soy todo Amor y no
deseo más que amor. ¡Ah! Si las almas supieran cómo las espero,
lleno de misericordia! Soy el Amor de los amores… Tengo sed de que
las almas se salven… ¡Que las almas vengan a Mí!... ¡Que las almas
no tengan miedo de Mí!... ¡Qué las almas tengan confianza en Mí!”
El Papa Pío XII (en aquel momento Cardenal
Eugenio Pacelli) dio su bendición a la primera edición.
25 de Agosto de 1920
“Déjate en Mis
Manos... No Me importan tu pequeñez y tu flaqueza; lo que pido es que Me ames y
que lo ofrezcas todo para consolar Mi Corazón. Quiero que sepas cuánto te amo y
qué tesoros te reserva Mi amor”.
“Quiero que
descanses sin miedo en Mi Corazón. Míralo y verás que ese fuego es capaz de
consumir todo lo imperfecto que hay en ti. Abandónate a Mi Corazón y no pienses
más que en darme gusto”.
“Quiero que
Me lo ofrezcas todo, aún lo más pequeño, para compensar el dolor que Me causan
las ofensas de las almas”.
8 de
Septiembre de 1920
“Nada temas... No me abandones. ¡Son
tantas las almas que huyen de Mí! Déjame, al menos, morar en la tuya y
complacerme en ella”.
4 de Octubre
de 1920
Jesús muestra Su Corazón herido a Sor
Josefa y dice:
“Mira en qué estado las almas infieles dejan Mi Corazón... Ignoran el amor que
les tengo; por eso Me abandonan. Pero tú, ¿no querrás cumplir Mi Voluntad?”
7 de
Noviembre de 1920
Jesús dice a Sor Josefa:
"Guarda para Mí solo ese corazón que te he dado, y no busques en todo más
que amar. Mi Corazón Se abrasa y arde en deseos de consumir a las almas en el
amor".
8 de
Noviembre de 1920
“No Me resistas, humíllate, que Yo te
buscaré en tu nada para unirte a Mí”.
19 de
Noviembre de 1920
"Un solo acto de amor, cuando te
sientes desamparada, repara muchas ingratitudes de otras almas. Mi Corazón los
cuenta y los recoge como bálsamo precioso".
29 de
Noviembre de 1920
“¿No sabes que Soy el dueño de tu
corazón y de todo tu ser?”
26 de Enero
de 1921
“El alma que ama desea sufrir, y el
sufrimiento aumenta el amor. El amor y el sufrimiento unen el alma
estrechamente con Dios hasta hacerla una misma cosa con El”.
6 de Febrero
de 1921
“Estas heridas Me las causa el desamor
de los hombres que, como locos, corren a su perdición”.
8 de Febrero
de 1921
“¡Cuántas almas se condenan! Pero un
alma fiel repara y obtiene misericordia para muchas ingratas”.
9 de Febrero
de 1921
“El amor que tengo a las almas es tan
grande, que no puedo contener la llama de Mi ardiente caridad”.
12 de Febrero de 1921
Sor Josefa escribe: me hallaba ante el Sagrario en oración y empecé a pedir
por mi madre y mis hermanas. Me llegué a entristecer por ellas y pensaba lo que
haría si estuviese a su lado... Confieso que en aquel momento no contaba
bastante con Dios. De pronto se presentó Jesús, con el Corazón abrasado lleno
de majestad, y en tono de reprensión me dijo:
-tú sola, ¿qué podrías hacer?
Y señalándome Su Corazón:
-fija Aquí tu mirada.
Y se fue.
20 de
Febrero de 1921
Durante la Santa Misa, después de la
Consagración, Jesús se presenta hermosísimo a Sor Josefa, y le dice:
“Dime, Josefa, ¿qué Me vas a ofrecer por las almas que te he confiado? Colócalo
en la Llaga de Mi Corazón para que reciba un valor infinito”.
21 de Febrero
de 1921
“Te quiero tan olvidada de ti misma y
tan abandonada a Mi Voluntad que no te pasaré la más mínima imperfección sin
avisarte. Debes tener siempre presente tu nada y Mi Misericordia. Sabré sacar
tesoros de tu humildad: no lo olvides”.
24 de Febrero
de 1921
“Mañana ofrecerás a Mi Padre todas tus
acciones, unidas a la Sangre que derramé en Mi Pasión. Procurarás no perder un
momento la presencia Divina, alegrándote, en cuanto te sea posible, de lo que
hayas de sufrir. Piensa todo el día en las almas... en los pecadores... Tengo
sed... sí, tengo sed de almas”.
24 de
Febrero de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“El mundo no conoce la Misericordia de Mi Corazón. Quiero valerme de ti para
darla a conocer... Te quiero Apóstol de Mi bondad y de Mi Misericordia”.
14 de Marzo de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Recuerda que tu nada es el imán que atrae Mis miradas”.
15 de Marzo
de 1921
Acabando de comulgar y pidiendo una vez
más perdón a Nuestro Señor, pasó, como un relámpago, por delante de Sor Josefa
y le dijo: “El amor todo lo borra”.
17 de Marzo
de 1921
“Aquel día te llamé y, desde entonces,
no te he abandonado ni un momento. Te he cuidado con amor y no me he separado
de ti. ¡Cuántas veces hubieras caído a no haberte sostenido Yo! Hoy te digo de
nuevo: quiero que seas Mía... que Me correspondas... que Me seas fiel...”.
“Yo haré
todo el trabajo, tú nada tienes que hacer sino amar y abandonarte. No te
importe tu nada, ni tu debilidad, ni aún tus caídas. Mi Sangre todo lo borra.
Bástate a ti saber que te amo. Abandónate”.
22 de Marzo
de 1921
“¿No sabes lo que está escrito en el
Santo Evangelio? Pedid y recibiréis”.
23 de Marzo
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa: “Hay almas
cristianas y muy piadosas, detenidas por un afectillo, un apego, que les impide
correr por el camino de la perfección. Si otra alma ofrece sus obras y
sacrificios, uniéndolos a mis méritos infinitos, les alcanza que salgan del
estado en que están y adelanten en la virtud”.
“Otras almas viven en la indiferencia o en el pecado, ayudadas del mismo modo,
recobran la gracia, y se salvan. Otras, y no tan pocas, viven obstinadas en el
mal y ciegas en su error. Se condenarían, pero las súplicas de un alma fiel
consiguen que la gracia toque, al fin, su corazón. Y si su flaqueza es tan
grande que han de volver a caer en su vida de pecado, me las llevo a la
eternidad, y así las salvo”.
26 de Marzo
de 1921
Rogaba yo al Señor que me diese la
fuerza de vencerme, pues no sé todavía humillarme como El quisiera”.
Jesús dice a Sor Josefa:
“No te apures, Josefa; si llenas un vaso de agua y echas en él una piedrecita,
saldrá un poco de agua. Echas otras y sale un poco más. Pues así, a medida que
Yo voy entrando en tu alma te vas desocupando de ti, pero esto se hará poco a
poco”.
29 de Marzo
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Mi Corazón encuentra consuelo perdonando. No tengo más deseo que perdonar, ni
mayor alegría que perdonar. Cuando, después de una caída, un alma vuelve a Mí,
es tan grande el consuelo que me da, que casi resulta para ella un beneficio,
porque la miro con particular amor”.
3 de Abril
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa acerca de Su
Sagrado Corazón:
“Toma este Corazón y ofrécelo... Con El, puedes pagar todas tus deudas”.
6 de Abril
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Es tanto lo que Me agrada un alma cuando se abandona a Mí de verdad, que
aunque esté llena de imperfecciones y miserias hago de ella un cielo donde me
deleito en morar. Yo mismo te diré lo que Me impide trabajar en tu alma para
realizar Mis designios”.
7 de Abril
de 1921
Sor Josefa pide a Jesús que le enseñe a
humillarse y abandonarse como El desea. Jesús responde:
“Puedes humillarte de varias maneras: adorando la Voluntad Divina que, a pesar
de tu indignidad, se quiere servir de ti para extender Su Misericordia.
También, dando gracias de que, sin merecerlo, te he colocado en la Sociedad de
Mi Corazón. No te quejes nunca de esta gracia”.
13 de Mayo
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Mi Corazón nunca niega el perdón al alma que su humilla y, sobre todo,
entiéndelo bien, Josefa, si lo pide con verdadera confianza. Yo haré un gran
edificio sobra la nada, es decir, sobre tu humildad, tu abandono y tu amor”.
17 de Mayo
de 1921
La Santísima Virgen dice a Sor Josefa:
“¿Cómo no te he de amar, hija mía? Por todas las almas ha derramado mi Hijo Su
Sangre. Todas son mis hijas. Pero cuando Jesús fija los ojos en un alma, yo
pongo en ella el corazón".
18 de Mayo
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Si tú eres un abismo de miseria, Yo soy un abismo de bondad y Misericordia...
Mi Corazón es tu refugio”.
25 de Mayo
de 1921
La Santísima Virgen dice a Sor Josefa:
“Hija mía, arroja todas tus miserias en el Corazón de Jesús, ama al Corazón de
Jesús, descansa en el Corazón de Jesús, sé fiel al Corazón de Jesús”.
3 de Junio
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Si me quieres consolar, has de trabajar para acercar a Mi Corazón un alma muy
querida. Forma desde ahora la intención y ofrece todas tus obras. Besa el suelo
para adorar Mi Sangre pisoteada y ultrajada por esta alma a quien tanto amo”.
3 de Junio
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Recuerda Mis palabras y ten fe. El único deseo de Mi Corazón es aprisionarte y
anegarte (sumergirte) en Mi amor, hacer de tu pequeñez y flaqueza un canal de
misericordia para muchas almas que, por tu medio, se salvarán. Más tarde te
descubriré los secretos amorosos de Mi Corazón y eso te servirá para hacer
mucho bien a un gran número de almas. Deseo que escribas y guardes cuanto Yo te
diga. Todo se leerá cuando estés en el Cielo. Quiero servirme de ti, no por tus
méritos, sino para que se vea cómo Mi poder se sirve de instrumentos débiles y
miserables”.
13 de Junio
de 1921
La Santísima Virgen dice a Sor Josefa:
“Líbrate de estas tres cosas que es por donde el enemigo de las almas te quiere
hacer caer:
-No te dejes llevar de los escrúpulos que te presenta, para que dejes la
comunión.
-Cuando mi Hijo te pide un acto de humildad o cualquier otra cosa, hazlo con
mucho amor, diciendo muchas veces: `Jesús mío, veis lo que me cuesta, pero
antes que yo sois Vos´.
-Si el enemigo te sugiere que la confianza con la Madre Superiora te resta del
cariño que debes a Jesús, no le hagas caso”.
14 de Junio
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Cuando tomes alimento, haz cuenta que a Mí me das ese refrigerio; y así, en
todo aquello en que puedas encontrar alguna satisfacción”.
14 de Junio
de 1921
Sor Josefa vio a Jesús en la Capilla
con Sus Manos y Pies lastimados. Tres veces dijo el Señor a Sor Josefa: “Ofrece
por esta alma la Víctima Divina al Eterno Padre… Ofrece la Sangre de Mi
Corazón”.
Jesús dice a Sor Josefa:
“Durante la noche puedes descansar en Mi Corazón. El recogerá los latidos del
tuyo como otros tantos deseos de amarme y consolarme...”.
“Humíllate hasta el polvo, pero a la humildad añade la confianza y el amor.
Hazlo todo por amor, mirando siempre lo que por amor He sufrido por las almas”.
“Hazlo todo con mucha sumisión, viendo en todo Mi voluntad”.
“No te separes un momento de Mi lado”.
Jesús dice a Sor Josefa:
“Deja obrar a Mi amor, que no quiere otra cosa que rodearte y consumirte. El
amor te despojará de ti misma... No te dejará pensar más que en Mi gloria y en
las almas”.
14 de Junio
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Durante la oración, colócate a Mi lado en Getsemaní y participa de Mi
angustia, ofreciéndote al Padre como víctima, dispuesta a sufrir todas las penas
de que eres capaz”.
14 de Junio
de1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Durante la Misa, presenta a Mi Eterno Padre esta alma que quiero salvar, para
que El derrame sobre ella la Sangre de la Víctima que se está inmolando. Cuando
comulgues, puedes ofrecer todo el valor que tienes a tu disposición, para
satisfacer su deuda”.
14 de Junio
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Cuando despiertes, entra en seguida en Mi Corazón y ofrece a Mi Eterno Padre
todas las acciones de este nuevo día, unidas a las palpitaciones de Mi Corazón.
Une tus movimientos a los Míos, es decir, como si ya no fueses tú misma, sino
Yo el que obrase en ti”.
20 de Junio
de 1921
Mientras Sor Josefa ofrecía a Jesús el
alimento que ella tomaba, Jesús le dice:
“Sí… Dame de comer, que tengo hambre… Dame de beber, que tengo sed… Ya sabes tú
de qué tengo hambre y sed… Es de almas, de esas almas que tanto quiero. ¡Dame
de beber!”
La Santísima Virgen María dijo a Sor Josefa:
“Este dolor que sientes es una centella del Corazón de mi Hijo. Cuando lo sientes
muy fuerte, cuida de ofrecerlo con mucho amor, porque eso quiere decir que un
alma hiere a Jesús en aquel momento. No tengas miedo de sufrir: es un tesoro
para ti y para las almas”.
23 de Junio de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“En la Hora Santa presentarás a Mi Eterno Padre el alma de este pecador.
Recuérdale la agonía que por ella padecí en Getsemaní. Ofrécele Mi Corazón y
une tus sufrimientos a los Míos… Estos sufrimientos no son nada en comparación
del gozo que me dará esta alma, cuando, arrepentida, se acerque a Mi Corazón”.
30 de Junio
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa mostrándole Sus
Llagas:
“Mira Mis Llagas, adóralas… Bésalas. No son las almas, no, que Me han puesto en
este estado… es el Amor. Es el amor de predilección que tengo a Mis almas… y el
amor compasivo que siento por los pecadores. ¡Si ellos lo supieran!... La mayor
recompensa que puedo dar a un alma es hacerla víctima de Mi amor y de Mi
misericordia, porque la hago semejante a Mí que soy Víctima Divina por los
pecadores”.
1 de Julio
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Une sin cesar tus actos a los Míos y sigue ofreciendo a Mi Padre la Víctima
Divina… Su Sangre”.
1 de Julio de 1921
La Santísima Virgen María dice a Sor Josefa:
“Adora la Sangre Divina de Jesús, hija, y pide con gran fervor que se derrame
sobre esta alma para que la ablande, la perdone y la purifique”.
3 de Julio de 1921
Sor Josefa
describe la visión que ha tenido del Corazón de Jesús rodeado de espinas, con
puntas agudísimas que se Le clavaban dentro y cómo de cada una brotaba Sangre.
Jesús dice entonces acerca de las almas que Le ocasionan todo este sufrimiento:
“todo esto y mucho más ha sufrido Mi Corazón. Pero también encuentro almas que
se unen a Él (Mi Corazón) y Me consuelan por las que de Mí se apartan”.
8 de Julio
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa: “Mira Mi
Corazón, es todo Amor y ternura… Pero hay almas que no lo conocen”.
8 de Julio
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa refiriéndose a
dos almas que El le confía:
“Mira cómo traspasan mi Corazón… Cómo desgarran Mis Manos”.
9 de Julio
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Josefa, esta alma Me ha dado ya lo que Me negaba. Pero la otra está muy cerca
de su perdición, si no quiere reconocer su nada. Ofrécete a fin de alcanzar
perdón para ella. Cuando un alma comete grandes pecados, pero después se
humilla, saca ganancia. Mas la soberbia es lo que más enoja a Mi Padre… La
detesta con odio infinito. Busco almas que se humillen y reparen su soberbia…
Ofrécete sin cesar para reparar la soberbia de esta alma. No me rehúses nada.
Yo soy tu fortaleza”.
12 de Julio
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“La soberbia la ciega (a esta alma)… Olvida que Soy su Dios y ella sin Mí es
nada. ¿Qué importa subir aquí en la tierra? Póstrate ante Mi Padre Celestial y
ofrece la humildad de Mi Corazón. No olvides que sin Mí el alma es un abismo de
miseria. Yo levantaré a los humildes. No Me importan sus miserias ni sus
caídas… Quiero humildad y amor”.
22 de Julio de 1921
La Santísima Virgen María dice a Sor Josefa:
“Has de sufrir por las almas, has de ser tentada, porque el demonio quiere, a
todo trance, quebrantar tu fidelidad. Pero ten valor”.
22 de Julio
de 1921
La Santísima Virgen María dice a Sor
Josefa:
“Hija de mi Corazón, vengo a sostenerte porque soy tu Madre. No, no es inútil
lo que estás sufriendo… Por este acto (tuyo) de humildad (y por tu) miedo de
una tentación tan fuerte, expías el orgullo de esta (otra) pobre alma; la
tentación que sufres y vences, disminuye la de aquella”.
25 de Julio
de1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Yo jamás falto a Mi Palabra”.
26 de Julio
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“He escogido nueve almas para esa empresa (de atraer a Su Corazón una Comunidad
que se ha alejado). Ahora estoy contigo; luego te dejaré para ir con otra (de
estas almas). Así, es siempre una esposa Mía la que Me da consuelo. Es verdad
que muchas Me martirizan y son ingratas, pero también hay muchas en las que
puedo descansar y que son Mi delicia”.
Jesús dice a Sor Josefa acerca ella y ocho almas que deben atraer a Su Corazón
una Comunidad que se ha alejado: “Quiero, no sólo que acerquéis estas
almas a Mí, sino que expiéis por ellas, a fin de que no queden en deuda alguna
delante de Mi Padre”.
Jesús dice a Sor Josefa que vuelva a sus quehaceres habituales, y luego:
“Trabaja en Mi compañía”.
26 de Julio
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Has de atraer a Mi Corazón una Comunidad que se ha alejado… Es una comunidad
tibia y relajada… Quiero que Mis esposas vuelvan aquí” –y mostraba Su
Corazón--. “Haz todo lo que te indiqué para aquel pecador. Ofrece la Sangre
Divina: Nada hay de tan alto precio”.
27 de Julio de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Nada hay de tanto valor como sufrir en unión con Mi Corazón”.
27 de julio
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Vengo a descansar en ti… Olvídate de ti misma y consuélame; quiero que Me ames
de tal modo y con tal ardor que no te acuerdes de ti para nada y Yo solo ocupe
tus pensamientos y deseos. No temas sufrir. Bastante poderoso Soy para cuidar
de ti”.
“Besa Mis
Manos y Mis Pies y repite Conmigo: `Padre Mío, ¿no es de bastante valor la
Sangre de Vuestro Hijo…? ¿Qué más queréis? Su Corazón… Sus Llagas… Su Sangre…
todo El se ofrece a Vos por la salvación de estas almas”
La Santísima
Virgen dice a Sor Josefa:
“Hasta mañana quiero que pongas todo tu interés en salvar una hija a quien amo singularmente.
Es un alma que Jesús eligió para El… Le dio una vocación religiosa pero la ha
perdido por su infidelidad. Mañana ha de morir y lo que más me apena es que se
ha quitado mi escapulario… ¡Qué alegría tendrá mi Corazón de Madre si esta hija
no se condena!”
29 de Julio de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Repite Conmigo: `Padre Eterno, mirad estas almas bañadas con la Sangre de
Vuestro Hijo, víctima que se ofrece sin cesar; esa Sangre que purifica, consume
y abrasa. ¿No tendrá eficacia bastante para ablandar estas almas?´… Sí, quiero
que vuelvan a Mí, que se abrasen en ardor amoroso, como Yo Me consumo por ellas
en doloroso Amor”
Jesús dice a
Sor Josefa, con tristeza:
“¡Si conocieran las almas Mi deseo ardiente de comunicarme a ellas por amor!
Pero, ¡qué pocas lo entienden y cómo hieren Mi Corazón!... Yo Soy la única
felicidad de las almas. ¿Por qué se apartan de Mí?”
30 de Julio
de 1921
Sor Josefa pide por un alma que
necesita fuerza. Jesús responde:
“Si no la encuentra en Mi Corazón, ¿dónde la encontrará? El amor da la fuerza,
pero el alma ha de olvidarse de sí misma".
30 Julio, 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Cuando un alma consagrada tiene la desgracia de caer, Yo la levanto; no tiene
ella que hacer más que humillarse y amar. Nada me importa su miseria, si su
único deseo es darme gloria y consuelo. A pesar de su pequeñez, alcanza muchas
gracias para otras almas… Yo me deleito en la humildad, y ¡a cuántas almas
consagradas aleja de Mí el orgullo! Quiero que tu celo y tus sacrificios
atraigan a Mi Corazón muchas almas, las Mías en especial. Que el deseo de verme
amado te consuma y que tu amor sea Mi consuelo”.
“Cuando un
alma desea ser fiel, Yo la sostengo en su debilidad y sus mismas caídas mueven
a obrar con mayor eficacia Mi bondad y Mi misericordia. Pero es preciso que el
alma se humille y se esfuerce, no para hallar su propia satisfacción sino para
darme gloria".
3 de Agosto
de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“El pecador que tanto me hacía sufrir ya está en Mi Corazón… Quiero que se
convierta pronto. ¿Quieres sufrir por él? Ofrécelo todo por esta intención”.
El 14 de Agosto Jesús le dice a Sor Josefa:
“Sobre aquel pecador He alcanzado completa victoria. Ahora Me consolará. Yo
le amaré y él Me amará… Y tú ¿Me amas? Tengo sobre ti designios de amor. No
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